dimarts, 9 d’octubre del 2007



Los ideales humanos

Cada ser humano busca su reflejo.
En un largo proceso de creación de unos ideales, ya sean espirituales, físicos, emocionales, o profesionales entre otros, que han basado su construcción en experiencias propias, ajenas o irreales, el ser humano dibuja en ellos lo más parecido a su climax de felicidad.
Cuando un ser humano se cruza en su camino con otra persona, animal o cosa ve en él un recipiente ideal para llenarlo con sus ideales, construyendo él mismo un ser a su medida, para poderse reflejar él mismo en otro ser. Otro ser que a su vez es ajeno a todo el artificio con el que lo están adornando, y si es menester también será creador de otro ser paralelo a su merced.
Nos encontramos ante dos inventores de realidades paralelas, que irán transformando las características verdaderas en justificaciones innecesarias. Dos seres con sus respectivas cajas de deseos que procederán a colgar de la frente uno a uno, del ser amado, si fuera el caso, o de sus carreras o de sus propiedades. Algo que les provoque confort, sentir que se ven a si mismos cuando observan ese aquello que es tan suyo.
El tiempo en descubrir que esa persona o situación no es real, sino solo el deseo de que lo sean, es desconocido.
Cabe decir que ese tiempo es innecesario cuando el recipiente escogido es el apropiado.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Y cuando una persona se conoce de verdad todas las cosas que acciona en la vida le conducen irremediablemente a la felicidad absoluta, en lo profesional, en lo emocional, en lo espiritual, en lo físico, en las amistades, en la pareja... todo esta bien y resulta muy fácil, cuando uno está conectado consigo mismo, por fin esta conectado con todo!!!

Cuando te conoces de verdad no tiene lugar ni la preocupación ni el enjuiciamiento de nada.

i el sentit del TOT está molt ben explicat en el títol d'aquest blog tan interessant!!!
TODO PARA/POR LOS DEMÁS.

Anònim ha dit...

Hola preciosa!

M'encanta la teva pàgina, tot i que m'agrada més encara llegir juntes les teves paraules, en veu alta, el que a vegades em semblen pensaments propis, però sense la capacitat que tens tu per convertir paraules en dolces fletxes que atravessen les ànimes i conciències. No fan mal si les deixes atravessar-te.

I responent les paraules de huary, creo que nunca nos conoceremos de verdad, eso espero, porque aquél será el día de nuestra muerte, sin la sorpresa, sin la contrariedad de nuestro comportamiento, significa que ya nos hemos enfrentado ante todo, y no hay vidas suficientes que vivir.

No puedo creerme que no te plantees ante cualquier decisión que tomes en tu vida, ¿y todas las infinitas decisiones que no has tomado, que has dejado aparcadas y olvidadas por haber tomado esa decisión? Acaso tienes toda la certeza de que es la mejor que pudieras haber escogido. Eso nunca lo sabrás.

Otra cosa es el grado de aceptación y sumisión ante la derrota. Pero a eso no lo llamaría yo felicidad.

Un petò enorme, princesa!