dimarts, 2 d’octubre del 2007

muñequito-e trapo







rodando me pasé un sábado,
también un viernes, y por supuesto un domingo.
tormentas de ideas sucedieron anteriormente,
el paso difícil venía después.
átale los hilos a los títeres.
esclavízalos contra su voluntad y a favor de su mayor deseo.
sabía que me amaríais y me odiaríais después.
igualmente yo os odio, pero un día os amaré, cuando consiga que no se noten esos hilos que os estuve atando en los hombros, en las muñecas, y en ese cerebro a mi merced.

no os preocupeis por mis planos mentales, porqué no cerrabais la boca? me pregunté un millón de veces.
pero os juro que yo os amo a todos, mis pequeños esclavos, mis amigos imaginarios, mis falsos ayudantes de la nouvelle vague. de mi nouvelle,
de mi vague.
vagué por mil calles buscando el mejor sitio para la cara que os inventé,
y así me lo agradeceis estúpidos reflejos de mi mente?
ni frio ni calor existe en el arte,
ni hambre ni sueño ni dolor noto cuando amo a mi imagen, semejante imagen.
que linda, que lindo, con las luces de la ciudad,
ese amarillo de la soledad de una calle, de vosotros dos, sentados en el regazo de mi mente.
como os amo muñequitos de trapo.